Las juntas directivas como mentes maestras: el caso de Colombia
El concepto de mente maestra encuentra un reflejo claro en las prácticas de gobernanza corporativa, fundamentales para la sostenibilidad empresarial. Estas prácticas incluyen acciones e instituciones relacionadas con la gestión y transparencia de los negocios, y están estrechamente ligadas al crecimiento empresarial a largo plazo. Ejemplos de ello son las Juntas Directivas, los Consejos de Fundadores y las mesas de conocimiento compartido.
Sin embargo, la Encuesta Mipyme ANIF 2022-2023 revela un fuerte rezago en esta dimensión en Colombia: solo el 31% de las pequeñas y medianas empresas cuenta con una junta directiva o de socios, un dato preocupante al considerar que el 48% de las Pymes en el país son empresas familiares.
En este contexto, un buen gobierno corporativo se torna esencial para evitar conflictos de interés, garantizar el crecimiento a través de las generaciones y mejorar la movilidad empresarial. Posiblemente, como efecto de esta ausencia, menos de la mitad de las empresas logra trascender a una de mayor tamaño después de tres años. Esto evidencia la necesidad de un mayor impulso estratégico. La falta de apoyo entre pares con experiencia, conocimientos y visión prospectiva limita significativamente la capacidad de estas organizaciones para enfrentar retos complejos y superar la zona de confort económica.
La constitución de una Junta Directiva, complementada con modelos como las Knowledge Sharing Boards (KSB) de Decision Support Consulting, ofrece una solución viable para llenar este vacío. Estos espacios no solo fortalecen la visión estratégica, sino que también actúan como herramientas para suplir la ausencia de gobernanza de alto nivel, fomentando decisiones empresariales más robustas y sostenibles.
Oportunidades del modelo de mesas de conocimiento compartido o Knoledge Sharing Board
Acompañar la soledad del CEO: Los líderes de las organizaciones, a menudo aislados en la toma de decisiones críticas, encuentran en estas mesas un espacio de apoyo y colaboración estratégica.
Tomar decisiones soportadas con opiniones y consejos de pares expertos: Acceder a diferentes perspectivas de profesionales experimentados fortalece la calidad y solidez de las decisiones empresariales.
Identificación de riesgos desde otras visiones personales, profesionales e industriales: La diversidad de puntos de vista permite detectar riesgos ocultos o no considerados, incluso desde sectores desconectados del núcleo del negocio.
Sumar voluntades para encarar los retos: Unir esfuerzos y recursos entre los participantes brinda un enfoque colectivo para superar desafíos complejos.
Networking integral y confiable: Facilita la creación de relaciones significativas y confiables que pueden traducirse en oportunidades de negocio, alianzas estratégicas o colaboraciones futuras.
Llamados a la acción: Proveer claridad y motivación para implementar decisiones y estrategias discutidas en las sesiones.
Acompañamiento en el proceso: Garantizar un seguimiento continuo para la implementación de las soluciones y estrategias planteadas, asegurando resultados concretos y sostenibles.
Muchas veces a las Pymes o sus integrantes que bien se rescata son familias, les da miedo avanzar, bien sea por el temor a perder su negocio por lo que han trabajado mucho tiempo o porque la situación cambie, además sienten que un socio externo o una ayuda externa les va a hacer trampa y les va a quitar todo su trabajo de años. Esto hace que las Pymes de Colombia se retrasen y no crezcan de una manera más rápida.
ResponderBorrarUn aporte muy valioso y totalmente acertado: una gran proporción de las empresas colombianas son de origen familiar, y, lamentablemente, los procesos de protocolización y normalización de la gobernanza suelen postergarse. Es común que esta necesidad se haga evidente únicamente tras la ausencia del fundador, lo que dificulta el crecimiento y el escalamiento empresarial. La desconfianza y el temor, tanto del fundador como de los familiares, se convierten en factores que frenan el desarrollo sostenible de estas organizaciones.
BorrarEn muchas ocasiones, los CEO pueden mostrarse reservados o reticentes frente al reconocimiento de otros expertos en su mismo campo. Este enfoque puede dificultar la apertura a nuevas perspectivas o estrategias que podrían llevar a sus empresas a un nivel superior. Al priorizar métodos tradicionales o cómodos para su gestión, algunos líderes asumen que sus decisiones son suficientes, limitando así el potencial de crecimiento. Adoptar una mentalidad colaborativa y receptiva podría ser clave para fomentar la innovación y el desarrollo sostenible en sus organizaciones.
ResponderBorrarExcelente aporte, nada que agregar!. Solo agradecer que el aporte en conocimiento y experiencia que el comentario dicta.
BorrarExcelente artículo. Considero que la sobrecalificación profesional y el empirismo de los emprendedores y empresarios dificultan llegar a decisiones conjuntas. Es evidente que, infortunadamente, los seres humanos somos deficientes al tomar decisiones colectivas, y esto no es ajeno al ámbito empresarial.
ResponderBorrarEl artículo propone una solución bastante válida; sin embargo, agregaría que en nuestro contexto aún falta formación "microempresarial". Muchas pymes no generan datos para fundamentar sus decisiones y terminan guiándose por tendencias o caprichos.
Recuerdo que, en un episodio del podcast Empresando en el Sur, un emprendedor destacado mencionó que el error que no volvería a cometer sería el de crecer. Esto puede parecer extraño en el mundo empresarial, pero es entendible cuando los líderes actúan como CEO solitarios o figuras de poder centralizado que asumen casi todas las decisiones. En este contexto, crecer puede convertirse en un proceso doloroso y desafiante.
Siento que el ecosistema emprendedor debe avanzar hacia generar sinergias que acerquen a la academia al microempresario de una manera más dinámica e innovadora. Este vínculo podría contribuir significativamente al fortalecimiento de las pequeñas empresas.
Un saludo para el autor y muchas gracias por compartir el método y el texto.
Gracias por el valioso aporte. Es evidente que las microempresas necesitan programas de formación y asistencia más profundos y estratégicos, que les permitan a los fundadores, familiares, socios, directivos y empleados comprender plenamente el valor de su trabajo, la relevancia de su contribución a la sociedad y la importancia de crecer para maximizar el impacto de su propuesta de valor. Un excelente punto a destacar.
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